Cada año, del 1 de Septiembre al 4 de Octubre, la familia cristiana se une en esta celebración global de oración y acción para proteger nuestra casa común. Es un tiempo especial en el que celebramos a Dios como Creador y reconocemos a la Creación como el acto divino continuo que nos convoca como colaboradores para amar y cuidar el don de todo lo creado. Como seguidores de Cristo de todo el mundo, compartimos una llamada común a cuidar de la Creación. Somos co-creaturas y parte de todo lo que Dios ha hecho. Nuestro bienestar está entrelazado con el bienestar de la Tierra.